miércoles, 27 de junio de 2012

Chocretas

17 junio
El brazo roto de Ant ha hecho que tengamos que cambiar los planes vacacionales. Él se quedará en casa fabricando un empalme de hueso y yo iré a ver a mi madre, de vermú, y a arreglar asuntos a Valencia.

El domingo madrugo (se trata de llegar a la hora del vermú. Afortunadamente, hablo de horario español)

Trayecto tranquilo y nublado en Francia. Hacia la frontera comienza a despejarse y asoman los picos entre las nubes.


Y al cruzar el túnel, ni una nube ni media. Me recibe la Peña Oroel, y me doy cuenta por primera vez que Francia está a 666 km de Alicante (Pasando por Zaragoza, Teruel y Requena).


Llego a Zaragoza en medio de un follón impresionante montado alrededor de la Seo con motivo de un "mercado Medieval", que básicamente consiste en un gran mercadillo con los vendedores disfrazados de medievales (vale, sí, también hay animaciones, y actores y tal). ¿Dónde hemos quedado? Pues en medio.

Ahí están las mejores


Cañitas (una de ellas muy muy muy rebajada, que hay que compartirla entre la bebedora y su parásito abdominal)
Tapas, y de postre: ¡mojicos y chocretas!

También hubo abanicos dedicados, pero no tengo fotos


Y después: visitas a la madre, noches en Santa Isabel, alquiler de furgoneta (qué maja la del alquiler), viaje a Chiva, noche con José Luis y Pilar, carga de acúmulos en la furgo con la ayuda de Ponce, viaje a Zaragoza, descarga, con la ayuda de Calitos, en el guardamuebles, y vuelta a casa. 

Esquí-ando


16 de junio

Después de un día de reposo, parece que Ant va bien. Ya está decidido que sí, que me voy a España unos días. Y ya que me voy a ir, nos vamos a una excursión cortita, de coche también, no hay que arriesgarse.


Ponemos rumbo a Nistos. Sabemos que hay unas pistas de esquí de fondo y que hay rododendros, que con un poco de suerte todavía estarán en flor.

Lannemezan, Saint Laurent de Neste y me pierdo un poco en Nestier, pero no importa porque encontramos este banco,


Cruzamos Nistos de arriba y Nistos de abajo y de camino nos encontramos con vacas y terneros. Los terneros son unos cachorretes de lo más majo. Juguetean, retozan, buscan mimos...



Y empezamos a subir hacia las pistas de esquí. La carreterita sube entre un bosque frondoso, y al abrirse arriba nos encontramos con laderas cubiertas de rododendros en flor. Las fotos no hacen justicia al paisaje, lo siento.


Aparcamos junto al edificio, nada aparatoso, de las pistas, cerrado ya, y enseguida vemos un colladito que promete paisajes. Y bueno, ese collado no asomaba directamente, pero siguiendo el camino.... y sí, en seguida encontramos un buen sitio, con vistas a montañas más altas


Y con unas rocas que nos pueden servir de comedor


Voluntariosas flores naciendo "en la roca"


Hay unos caminos muy bien trazados, lo que deben ser lasa pistas en invierno. Seguimos uno de ellos, y encontramos más vistas


Y más vacas. Nos gustan las vacas, tan tranquilas y curiosonas.


El edificio de las pistas. El puntito rojo es el cochecillo.


Pasamos junto a la iglesia de Nistos (de abajo, creo)


Y nos vamos a beber algo a Saint Bertrand. Ya está más abierto que la otra vez que estuvimos. Lo que quiere decir que se nota más turístico. Nos sentamos en una terracita enfrente de la catedral. Dentro hay boda. Me meto a ver.


Y de la boda no veo nada. La zona de celebraciones es dentro del coro, osea, que están encerrados. Aprovecho para dar una vuelta por la iglesia, ver las pinturas con la vida del santo,


El coro, y al fondo el órgano


El órgano, en un rincón y sobre unas columnas


Y junto a la puerta, un cocodrilo. Parece ser que es un exvoto que algún peregrino trajo, aunque por supuesto en seguida le adjudicaron leyenda, y es el montruo feroz que el santo apaciguó con su varita  mágica (báculo, que para eso era obispo)


Volvemos pronto, que tengo que hacer la maleta y descansar para madrugar mañana

domingo, 24 de junio de 2012

La montaña mágica

14 de junio

Ayer, de regalo de cumpleaños, el médico le dijo a Ant que no hacía falta operar. El hueso se ha quedado bien colocado con el yeso, así que nueva visita dentro de dos semanas (si todo sigue bien, le quitarán entonces un trozo de escayola, con lo que podrá mover el codo).
La noticia ha recompuesto bastante la moral también, y decidimos irnos al día siguiente a celebrarlo. Una excursión de coche, que no hay que abusar de las fuerzas. Y además nos sale un día soleado y bonito....Al Pic du Midi (de Bigorre)!

Pasamos por Ste Marie de Campan, y por obras en la carretera nos hacen parar un poco, justamente junto a un resto de una casa, que resulta curiosa, sólo la pared y por las ventanas se ve el bosque.


La carretera que sube hacia la Mongie es la del Tourmalet, por eso creemos que están de obras para dejarla nickel para el Tour.

Y en la subida, la cascada de Arises nos llama para comer junto a ella. Una subida de 3 minutos, con barandilla y todo, en medio de un hayedo. Sombra, ruido de agua, fresco...




Subimos adelantando a montones de esforzados ciclistas, y llegamos a La Mongie, pequeño espanto (estación de esquí) pero que tiene la particular ventaja de ser el punto de partida de los telecabinas que suben al Pic du Midi, mi egoísta regalo de cumpleaños para Ant. Egoísta porque a mí me apetecía un montón.
En 15 minutos, y con un transbordo en medio, se suben unos 1000 metros de desnivel, dejando la estación de esquí olvidada allí abajo.


Cuando la cabina pasa por las torres, se balancea.





El Pic du Midi es un casi tresmil, y está un poco separado del resto de la cadena, lo que hace que sea un mirador estupendo de las montañas.

Hacia el norte, Tarbes, Lannemezan, Bagneres...



Junto a una de las cúpulas del observatorio astronómico



Fotomontaje. Faltan nombres, otro día los busco y completo la foto. A la derecha, el coronógrafo, invento del que están muy orgullosos. Sirve para "hacer eclipses" y poder fotografiar la corona solar.



Con el Circo de Gavarnie detrás (Se ve la Brecha de Roland, la que hizo con la espada que ahora está en Rocamadour)




En la terraza han puesto unas hamaquitas con vistas a las montañas y al cielo.



Asistimos a una "animación" conde nos cuentan las vistas que hay y alguna anécdota, como que el coronógrafo es un invento de un astrónomo del Pic, y que gracias a los telescopios de aquí la Nasa pudo elegir el sitio para que el Apolo alunizara (y no son chovinistas). Nos recomiendan visitar el museo astronómico. Vamos.

La terraza está en el nivel 4 y el museo en el 6 y 5. los otros niveles deben ser para los científicos. Todas las construcciones están comunicadas por dentro, no hace falta salir en ningún momento. Y es que aquí, en invierno hace frío de verdad, y viento que parece de mentira.

Para subir al museo hay que coger un ascensor. Es extraordinariamente lento, y extraordinariamente curioso. El techo es una bóveda en la que proyectan imágenes captadas con sus telescopios. Tengo la suerte de pillar la Nebulosa Cabeza de caballo, de Orión


De vuelta a la terraza, un té con vistas. Sorprendentemente, es barato y bueno.




Volvemos al mundo real, y como ya es la tarde y no quedan muchos viajes de telecabina, y todavía estamos muchos visitantes, llenan las cabinas a tope, con lo que no podemos disfrutar de al bajada como lo hicimos de la subida. Además para subir se nos cuelan, costumbre muy francesa, todo hay que decirlo.

En el párking nos reciben unos burros y caballos. Se nos ocurre sacar una manzana que nos había sobrado. Amigos para siempre.




Y ya que estamos aquí, habrá que subir el Tourmalet. Incluso es empinado para subir en coche!





De vuelta paramos en Arreau, con la intención de beber algo, pero ya es un poco tarde y decidimos limitarnos a estirar las piernas, y volver a casa.





Ant debe estar molido, el pobre. No tengo conocimiento, tan convaleciente y todo el día por ahí

viernes, 22 de junio de 2012

Pique-nickel

12 de junio

Tengo vacaciones, pero ni el tiempo ni el brazo de Ant aconsejan hacer el viaje previsto por el Aveyron. Salimos un poco de casa, a dar una vuelta por los alrededores, algo relajado, por tomar el aire un poco pero de no cansarnos.

Nos acercamos a Samatan, que hay mercadillo. Pero no madrugamos mucho, es más, nos levantamos muy tarde, así que para cuando llegamos ya están levantando los puestos. Aprovechamos de todas maneras para comprar unos dulces que tomaremos de postre.

Y nos hace gracia ver vino de Borja en una tienda de vinos local:



La lluvia nos respeta, así que nos animamos a piqueniquear. El bosque de St. Elix, por el que pasamos un día, nos parece buen sitio. De camino, el campo está bonito.


En la zona picnic del bosque no estamos solos, pero de todas maneras comemos tranquilamente. Y nos volvemos para casa, que no queremos abusar en la primera salida.