Se acerca el fin de mi contrato y se nos ocurre que igual podríamos acercarnos más al Pirineo. Envío mi currículum a 4 hospitales, me responden de 3, así que empiezo la ronda de a ver qué pasa.
Primera escala el día 5 en Bagnères de Bigorre. Entrevista por la mañana en una clínica y por la tarde en el hospital.
Entre medias un día lluvioso y fresco, que aprovechamos para dar una vuelta por el valle de Lesponne.
Primera escala el día 5 en Bagnères de Bigorre. Entrevista por la mañana en una clínica y por la tarde en el hospital.
Entre medias un día lluvioso y fresco, que aprovechamos para dar una vuelta por el valle de Lesponne.
Conseguimos hacer un breve picnic en Campan, y la lluvia vuelve a atacarnos. Nuestra tetería en Bagnères está cerrada, y nos cobijamos en otra, de un hotel.
Curiosa combinación de taza y tetera
Hay gatos por todas partes: en el perchero, de decoración de las mesas, como pizarrines...
Deja de llover, damos una vuelta por el pueblo, viendo escapareates de inmobiliarias
Y jardincillos
Y gente jugando a la petanca bajo unos inmensos cedros
¿Las entrevistas? Bien, gracias. Hacemos tanta falta las enfermeras que yo creo que simplemente con que no babees ni mates a tu entrevistador, el puesto es tuyo ;)
Como la entrevista con el hospi era tarde, no da tiempo a visitar la USLD, así que me dicen que llame para concertar la visita. Vale.
Entre la primera y la segunda entrevistas, Hans y Gaby nos proponesn paseo por Loudenvielle. Aceptamos.
Quedamos en su casa a mediodía. La idea es subir con los dos coches para ayudarles a traer piedras para las obras de su casa. Al llegar nos dicen que da igual, que vamos sólo en un coche. Insistimos en ir en los dos.
Hacemos una parada en Arreau a tomar un café, y seguimos hacia el sur (se me sigue haciendo extraño que el Pirineo quede al sur). El sol hace una breve aparición en el trayecto.
Hacemos un paseíto agradable, sencillo, de poder ir charlando mientras se camina, con agua por todas partes, incluso con amenaza de agua por arriba, aunque no llega a caer.
De vuelta a Loudenvielle. Cerca hay estación de esquí, Val Louron, lo que en el pueblo se nota en la construcción, pues hay muchas casas nuevas. No son feas, aunque algún jardín resulte cómico.
También hay un balneario, que según nuestros amigos está muy bien, habrá que venir.
De Loudenvielle vamos a Ris, pueblito de 9 habitantes encaramado a 1100 metros. Aquí los chubascos primaverales ya nos amenazan seriamente, y el aire es algo más que fresquete.
La Chapelle de Notre Dame des Neiges, un buen sitio para hacer un piquenique cuando el tiempo acompañe
Y de bajada nos pilla la lluvia con ganas, nada de recoger piedras con este tiempo, una lástima.
Paramos en su casa. Buenos té, bizcocho y compañía, y nos volvemos a nuestra casa.
Segunda escala en Oloron. Parece mentira, pero con la de veces que hemos atravesado la ciudad, nunca nos habíamos parado en ella (bueno, sí, en el Leclerc, pero no cuenta).
Entrevista temprano (a las 10) por lo que tenemos el día para conocerla. Un día nublado y fresquete (no está acompañando el tiempo en estas sesiones de turismo de entrevista).
Oloron: aquí se juntan la Gave de Ossau y la de Aspe para formar la de Oloron, por lo que la ciudad está dividida en 3 zonas, unidas por puentes. Y las casas, es curioso, parecen estar construidas de espaldas a los ríos.
Damos una vuelta por el barrio medieval de Sante Croix, por las murallas, las calles y las piedras
La tour de Grède, donde ahora hay una exposición de la fauna pirenaica
Junto al río, y al lado de la oficina de turismo, hay un parque dedicado a los republicanos españoles.
Y una estatua a Aramís, vamos a tener que seguir viajando para encontrar a los otros 2.
Monumento que recuerda la leyenda de Saint Grat, el Obispo de Oloron que se murió en Jaca. Las dos ciudades querían quedarse con el cadáver, así que decidieron atarlo a su mula, que era ciega, y soltar a la mula en lo alto del puerto de Somport y que decidiera. Eligió Oloron.
En el portal de la catedral, edificantes escenas:
Atlantes encadenados
un devorahombres
Tercera escala, de nuevo Bagnères, para visitar la USLD
El día sale nublado y tristón. Desde aquellos días cuasiveraniegos, no nos ha dejado la lluvia.
Visito el hospi. Aunque las condiciones de trabajo son buenas, el horario sigue siendo peor, y a eso se junta que nos da un ataque de pereza de pensar en el traslado, con la perspectiva de otro traslado para después del verano.
Pero bueno, aprovechamos para dar una vuelta por Bagnères, que es día de animado mercadillo, lleno de puestos de "productor", como aquí llaman: la gente vende sus quesos, confituras, pasteles, verduras...
También hay un poco de todo, claro, como en un buen mercadillo.
Como éste, con una buena selección de música
Nos compramos la comida en un puesto vegetariano, el de la carreta verde. Al lado, venta de crèpes.
Y nos tomamos un té en "nuestra" pastelería-tetería
Compramos también unos pastelillos, pues vamos a pasar la tarde en casa de Gaby, y le gusta el pastel ruso de aquí.
Cuando llegamos, llueve, y no podemos aprovechar el jardín. Pero pasamos una agradable tarde en su casa.
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