lunes, 25 de julio de 2011

La grande vadrouille V

Desafiando a los elementos (osea, la pertinaz lluvia), y provistos de chubasqueros y ropa más otoñal que de estas épocas del año, nos animamos a una nueva excursión por el norte del departamento.
Camino de Condom pasamos por Castera-Verduzan, pequeña ciudad con casino y balneario. Da la casualidad de que están celebrando unas jornadas gasconas, así que nos paramos a curiosear.
Mercadillo con venta de productos regionales, pequeña muestra de antiguos oficios y, lo mejor, bailes regionales. Tanto los danzantes como la orquesta son tan antiguos como los oficios.





Después del intermedio folclórico, seguimos camino hacia nuestra primera parada prevista, La Romieu.
Cuenta la leyenda que hubo una gran hambruna en la ciudad, por lo que los habitantes decidieron zamparse los gatos que por ahí pululaban. Pero Angelina apreciaba demasiado a sus gatos como para comérselos, así que los escondió y los cuidó sin que nadie se enterase. Más tarde llegaron las buenas cosechas, pero esta vez se vieron atacadas por los ratones, con lo que el hambre amenazaba otra vez. Angelina sacó entonces a sus gatos que salvaron a La Romieu de otra terrible época de miseria.Y cuentan que tanto amaba Angelina a los gatos que acabó teniendo su aspecto.
En su honor el pueblo está decorado con gatos de piedra, y con una estatua de Angelina-gatuna.


Una suntuosa colegiata (cerrada), bonitas casas de piedra, pueblo cuidado. Aquí hay también unos magníficos jardnes que se visitan, pero como el día está lluvioso, creemos mejor aplazar este paseo para un día más soleado.





Siguiente etapa: Larresingle. Diminuta ciudad fortificada del siglo XIII llamada con optimismo "La Carcassonne del Gers".  Bonita, explota su condición medieval con un parque temático de máquinas de guerra "ven a tirar de la catapulta". Rodeada también por jardines visitables cuya visita aplazamos hasta otro tiempo.





Seguimos entre viñedos de armagnac y campos de girasoles y maíz hasta Montréal du Gers, que fué la primera Bastida de todas. Plaza con arcadas, gran iglesia, casas bonitas y curiosa plaza dedicada a ciertos campeones de rugby ¿?







Muy cerca está la villa galo-romana de Seviac, y allí que vamos. Un galo-romano ricacho se hizo aquí una fastuosa villa con termas, calefacción, piscina, columnas de mármol  y geométricos mosaicos.
Cuando hay un grupo de visitantes lo suficientemente numeroso, una guía (galorromana, biensig) da didácticas explicaciones de todo. Con una caña van señalando los detalles y de paso hacen preguntas ¿alguien sabe...?¿Cómo he dicho antes que se llamaba...? 
Como llegamos cuando una visita ya está amedias, no esnganchamos a ella (galorromana de azul). Al final de nuestra visita comienza otra, y nos reenganchamos (galorromana de rojo).



La villa fué ocupada después por los merovingios. Encontraron un par de esqueletos de jovenzano y jovenzana, enterrados juntos, la mano de él sobre el hombro de ella. Por supuesto, son los "Amantes de Seviac".




Cerramos la vuelta por el norte con una visita a Fourcès, Bastida en redondo, lo que la hace especial.





Ya terminada la vuelta, paramos en Condom con la intención de tomar un té. Pero sólo hay abierto un bar no muy atractivo, a pesar de todos los turistas que paseamos por aquí. Así que nos vamos de vuelta.

Cerca de Auch decidimos entrar en Lavardens. También tiene castillo, enorme, y lo que es más interesante, un par de bares adecuados. Nos tomamos un enorme té en el Watchtower, curiosa mezcla de bar, pub y restaurante.


No hay comentarios:

Publicar un comentario