domingo, 14 de agosto de 2011

También la lluvia

Empezamos el día con visita guiada a Montaut-les-Crénaux. Como llegamos pronto aprovechamos para comprar un rico pan en el mercadillo que tienen (5 puestos: pan, frutas, verduras, quesos y pizzas).

Nos reunimos con nuestro guía, Laurent, que ya nos enseñó ( y perfumó) Castelnau. Agradable vuelta por el pueblo; empieza a llover, pero todo se queda en una amenaza.

De aquí a Gimont, que creemos que hay mercado tradicional. Llegamos cuando ya está todo prácticamente cerrado (12:30) y además parece que era un mercadillo normal y corriente. La lluvia sigue amenazando.

A Montfort, donde nuestra guía de la región ofrece randonnée sencillita. En el camino nos ataca la lluvia, pero al llegar la hemos esquivado. Paseo fallido pues nuestra guía nos vuelve a despistar, así que hacemos el picnic al pie de las murallas del pueblo. La lluvia nos pilla a medias. Sólo cuatro gotas, pero gordas. Recogemos y terminamos de comer en la Halle. El pueblo y sus alrededores prometen, así que hacemos propósito de volver con calma, sol y mapa.

Seguimos hacia La Sauvetat, otro agradable pueblín con iglesia, perro juguetón y gato cotilla.



De vuelta nos pilla de camino el Castillo de Monluc, que tiene bodega con visita gratuita, así que aprovechando que el tiempo no está para paseos al aire libre, allí que vamos. La visita ya estaba comenzada, la pillamos justo en la fase de degustación, qué le vamos a hacer.




Después de degustar visitamos las cavas. Al salir, sigue lloviendo

Volvemos despacito, que se ha encendido la reserva de la gasolina, y como es domingo los gasolineros no abren. Al pasar por Castera, como entramos por otra carretera que la habitual, nos sorprende su hipódromo y su lago, donde los jóvenes se bañan como jóvenes, a pesar de la lluvia. Lo que recuerdo que cuando yo estaba en la edad era muy lógico, por qué vas a salir del agua cuando llueve, total...

Llegamos a Auch a tiempo de poner gasolina en gasolinera automática, y de ir al concierto dominical de órgano en la catedral. Además hay coro. Y en el coro un joven con una sorprendente voz de ¿soprano?




Aunque la música coral sacra de Bach no es nuestro estilo, hay que reconocer que cantan bien. Al salir, no llueve.


Intentamos cenar en el vegetariano y en la pizzeria de Pavie. Pero es domingo, y los camareros deben estar con los gasolineros.

A cenar a casa.

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