martes, 20 de septiembre de 2011

El sur

Pues por fin nos hemos comprado mapas para randonner. Consulto, miro, le doy vueltas y decido que nos vamos hacia la montaña más alta del departamento, un escalofriante monte de .....366 metros de altura....jeje, puede que incluso yo pueda llegar....

....Pero no, no voy a llegar. Y no por falta de capacidad (aunque podría haber sido), ni porque nos hayamos perdido a pesar del mapa (que también podría haber sido), sino porque camino del punto de partida pasamos por Seissan y vemos que hay una feria de Asociaciones, por lo que decidimos hacer una escala. Distintas asociaciones de la zona presentan su programa de actividades, desde la Cruz Roja a los Amigos del Baile Country. Todo ello presentado por un pobre hombre vestido con...algo...como pañuelos de colorines..no se...


Los amigos del canto, practicando para su demostración


Seguimos hacia el sur, y nos enteramos de que hay un vide-grenier en Mont d'Astarac, por lo que pensamos que es una buena ocasión para conocer el pueblo, allá en los confines del departamento.

Y nos encontramos con un pueblito pequeño, con iglesia del siglo XV que tiene pinturas al fresco en su interior

y unas curiosas esculturas en los rincones del porche


Y el pueblo...pues bonito, como ya nos lo esperábamos. Con alguna casona


...La tour-porte (también del XV)


y propuesta de paseo por los alrededores


¡Vaya! Ya que estamos aquí, podemos aprovechar y hacer este paseo...que por cierto no está en nuestro mapa por poco. Así que otro paseo sin mapa. Confiamos en que esté bien señalizado, mejor que su estimación de tiempo, porque desde luego yo no voy a recorrer 12 km en 2 horas sin ir encima de un vehículo.

Compramos pan casero a una irlandesa que ha puesto puesto en el vide-grenier, y en marcha.

Salimos del pueblo vigilados por un ladrador perrete...


Y enfilamos una ligera cuesta junto a un bosque que nos va a llevar a unas bonitas vistas, incluido el Pirineo y el Pic du Midi (vale, ya lo se, en la foto no se ve muy bien, haber venido)


Por ahora vamos bien, no perdemos la señalización. giramos donde hay que girar, y pasamos junto a un coche abandonado.


Siguiente giro, pasamos sobre el río, y vemos cartel indicador, esto va bien. También nos sale a saludar/vigilar otro perrete tan escandaloso como inofensivo


Y el camino sigue hacie el norte, junto al río pero con campos de maíz en medio, de manera que vamos un poco encajonados, sin ver mucho. Propongo un insensato ¿Por qué no intentamos acercarnos al río?

Y el resultado, es que en lugar de caminar por un camino bien trazado, vamos por uno que no existe, ains, y sin ver el río tampoco, tapado por los arbustos


Por fin llegamos a un sitio desde el que se puede acceder a la orilla. Una ardilla nos recibe.

   

El camino llevaba claramente al río


Así que paramos, comemos,


sesteamos,


y seguimos el paseo


En un momento dado dudamos de por dónde va el camino, no vemos la indicación buena, sólo las de por aquí no, y efectivamente por ahí no. Un gran perro sale bastante enfadado, el pelo del lomo erizado, ni foto le hago buscando la salida. Sale una abueleta, le da dos voces y el perro nos deja en paz.

Y seguimos de vuelta a Mont,


donde siguen tranquilamente de vide-grenier



Ya que estamos tan al sur decidimos acercarnos a un pequeño laguito que se ve en el mapa, en la frontera de 3 departamentos (Gers, Hautes Pyrenées y Haute Garonne).
Carretereando para llegar, damos con St Blancard, pueblo con un sorprendente castillo




Y un hotelito-bar-restaurante (que en su día fue albergue de postas), vigilado por un caballero medieval al que notamos un poco "helado"


El laguito en realidad es un represamiento del río, la Gimone, y está un poco bajo de agua. Cruzamos la frontera de nuestro departamento y ya emprendemos la vuelta.
Al acercarnos a Mielhan pasamos junto a un sitio del que algo había leído, así que paramos a ver. Es un memorial a los maquisards de Mielhan. Resumiendo: en julio de 1944 los maquis de la zona se refugiaban en una granja. Hubo un chivatazo y la gestapo vino a por ellos. Tras feroz combate los nazis lograron hacer explotar el camión de munición, con lo que sus defensas quedaron anuladas. Casi todos murieron en combate, unos cuantos ejecutados al terminar y unos pocos consiguieron escapar. Como fin de fiesta la gestapo también hizo prisioneros y ejecutó a campesinos de las granjas de los alrededores.
En el lugar donde ocurrió se conservan los restos de la granja, de los vehículos, han construido un memorial un poco feo, y un cementerio discreto.




Coincidimos en la visita con un matrimonio. Él experto conocedor de la guerra, ya había visitado el lugar hace unos veinte años, antes de la reforma, y no se muestra muy satisfecho con el resultado. Dice que era más estremecedor antes, cuando todo estaba tal y como quedó tras la batalla.
Nos cuenta algún dato curioso, como que los que entraron los primeros a liberar París eran republicanos españoles.

Y nos volvemos a casa.

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