jueves, 27 de septiembre de 2012

Et pourtant que la montagne est belle...

18 de septiembre

El tiempo no es demasiado bueno, pero no nos desalienta: hacia el sur!

Nublado, nublado. Ya hemos pasado varias veces por Sarrancolin sin parar, quizá es la ocasión de dar una vuelta por aquí. Aquí nace el canal de la Neste, el que rellena los ríos del Gers. Y hay canteras de mármol, un mármol negro veteado de blanco, del que se encuentran pilas y altares en las iglesias de la región (no me gusta demasiado)


La iglesia de San Ebons es románica, de los siglos XI y XII. El tal santo era de por aquí, pero se paseó por Conques y por Barbastro, donde fué obispo. Sus reliquias están aquí. Me gusta la torre.


El retablo. Es divertido.


Durante nuestro paseillo por Sarrancolin ha dejado de llover. No es el mejor tiempo del mundo, pero será suficiente para llegar al lago de Bareilles, o de Bordères, un pequeño lago natural. El camino es un tanto empinado, pero corto.


Y el lago es muy bonito, como un espejo, verde profundo a pesar del cielo nublado.



Cuando estamos a punto de comer vemos que nos está invadiendo un mar de nubes, que sube a una gran velocidad


Pero bueno, lo mismo que viene rápido, se va, y aunque no queda un día templado y soleaado, podemos comer sin grandes riesgos.


En el camino de bajada, corderitos casi recién nacidos


Definitivamente no hace tiempo para más paseos, así que nos dedicamos a dar una vuelta en coche. Nos metemos en la niebla subiendo el col de Peyresourde, y al bajar nos encontramos con la capilla de La Moraine, del s XI. Cuando estamos dando una vuelta a su alrededor, un rayo casi nos fulmina (cayó muy muy cerca).


Bajamos a St Lary, tomamos posesión de nuestra inmensa habitación, y nos vamos a cenar a una pizzería muy concurrida. Después, concierto de cantos de pastores en la iglesia.


Superbaño y a la cama (enorme)


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