Cámara nueva. La más barata del mercado, pero hace fotos, y es más barata que arreglar la otra. Me habría gustado arreglarla, pero es difícil (una cámara taaan vieja, encontrar piezas y tal, asco de mundo).
A estrenar la fujifilm. Día despejado y sin trabajar. El día perfecto para volver a Sauveterre, ahora que conocemos algo mejor las montañas.
Nos vamos a dar una vueta hacia el sureste, pasando por pequeños pueblitos y aldeas, con su característicos cristos y vírgenes de este estado laico
Ylas montañas que se asoman en cuanto pueden
Llegamos a Montpézat, que nos sorprende con su pequeña halle por la que atraviesa la carretera.
Vamos buscando un sitio donde piqueniquear. Damos vueltas y más vueltas, acabamos cruzando la frontera del departamento y nos paramos a comer junto al bosque de Rieumes. Olvidable.
Volvemos hacia el Gers, dirección Samatan. Al pasar junto a Lahage nos llama la atención un castillo escondido en su parque. Adelantamos un poco, pues pone claramente que es propiedad privada. Luego nos enteraremos que es un hogar de jóvenes handicapés.
Otro sencillo cristo laico
Vamos a Samatan para tomar un té (o un cafelito, que me estoy acostumbrando. Me he dado cuenta que me sienta estupendamente).
Paseamos un poco, buscando algún bar agradable. Conocemos a unos chavalines que se dedican a bajar una cuesta en bici (a ceja abierta) y que nos requieren como espectadores. Aplaudimos su valor.
Una etapa del Tour de este año salió de aquí. Van a recordarlo mucho tiempo.
Encontramos una pequeña tetería agradable.
Hacia Pessan, todavía veremos las montañas en el horizonte, y curiosidades junto a los caminos
Una vuelta por Pessan. Todavía no la habíamos visitado, y eso que hemos pasado muchas veces por aquí.
Y volvemos a casa.
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