sábado, 24 de diciembre de 2011

Pluie aux prunes

Todavía no podemos ir a por el Ibiza, sigue en Tarbes esperando la pieza que le hace falta para volver a la vida. Pero tenemos el pequeño Atos y tiempo libre, así que carreterea y...chubasquero por si acaso , que el día está muy gris.

Tan gris que ya apenas salimos de casa empieza a llover, pero no nos desnimamos y nos vamos hacia el norte, a Agen.

Pasamos Lectoure, y encontramos un pequeño pueblete con su castillo y todo, Saint-Mère.



También hacesmos una breve entrada en coche en Astaffort, otro pueblo agradable y cuidado, pero no nos entretenemos. Sí que paramos en el departamento vecino, en Moraix, cerca de Agen. Hay abadía,


setas en el césped


casas medievales


Y un estanque con patos a los que les han construido una caseta-barco



Y Llegamos a Agen en hora punta. Mucho tráfico bajo la lluvia, atasquillos en las rotondas. Circulamos junto al río. Curiosamente la ciudad le da la espalda, no lo aprovecha. Buscamos aparcamiento, nos perdemos un poco y acabamos saliendo del centro para aparcar.

Llueve. Paseamos bajo la lluvia buscando una dirección de un restaurante vegetariano encontrada en internet. asamos por la plaa del Ayuntamiento, donde está también el museo de la ciudad



Llegamos al Boulevard de la République, que es la calle principal, comercial y señorial. Llueve. Preguntamos en una tienda por la dirección del restaurante, que resulta no estar muy lejos. Hay que recorrer la calle, cruzar la zona peatonal en la que hay mercadillo de navidad y ya.


Pero no,  resulta que ya no está. Damos la vuelta para ir a una creperia que hemos visto. Llueve.


Nuestros chubasqueros funcionan bien, pero nuestras piernas quedan fuera, así que levamos las perneras de los pantalones empapadas. entramos en calor en el restaurante, acogedor, donde nos sirven unas crepes muy buenas y bonitas.




Cuando salimos ya no llueve, vamos tranquilamente hacia la oficina de turismo a por plano e informaciones. Visitamos los sitios que hay que visitar. Y bueno, pues bien, no está mal, pero nos gusta más nuestro Auch. Intentamos acercarnos a ver el canal del Midi a su paso por aquí, pero también está desaprovechado, detrás de las vías del tren. Hay, eso sí, un curioso puente-canal, el canal cuando cruza el río, pero más de lo mismo, no hay un buen punto para verlo con facilidad. Volvemos hacia el centro para tomar una infusión. Pasamos por el bulevar otra vez



Encontramos una antigua confitería dedicada a la elaboración de ciruelas de Agen en todas sus variantes (rellenas, rebozadas de chocolate, en mermelada, con armagnac...)


Y nos relajamos en una bonita tetería, donde sirven los tés en porcelana inglesa (que también venden)


Para volver hacemos infructuosos intentos de ver el canal por los alrededores. parece increíble, pero no es fácil. Pasamos junto a la desembocadura del Gers en el Garona, y volvemos para casa.

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