lunes, 13 de agosto de 2012

El lago Victoria

Día 6 de agosto:

En realidad todo empezó el día 5.
Ana, Ang y Mv, el Mini, los equipajes bomba, día de lluvia, picinic miserable en el coche, parada en Soumoulou, que hay brocante donde Ang se compra anillo de envenenadora profesional y fin de viaje en Pavie, donde acaban de llegar cuando yo salgo del trabajo. Cena, reparto de dormitorios ( a Ang le toca la zapasuite). Mv me ayuda a desterrar mi colección Imelda al zulo para que Ang duerma sin echarme la culpa. Velada CCC:  cena, charla, conexiones (guasaps, tablets, esmarfones, netbuks... tenemos de tó)
Del interior de sus maletas comenzaron a salir toneladas de cosas que inexplicablemente estaban dentro (científicos del mundo mundial no se explican semejante equipaje cuántico). Lo que no evitó que Ana necesitase un pijama adaptado al norte.

Y amanece el día 6. Visita de la gata vecina, desayuno y planes: jornada de no demasiado coche, y a ser posible por territorios inexplorados: nos vamos hacia el noreste.

Preparo mi supermochila de picnic, ya estrenada parcialmente. Nos apiñamos en el Atos (Ant en medio) y hacia Montaut-les-Crenaux. Intento por la parte de Ana de intoxicarnos a base de un endurecedor de uñas. Casi lo consigue con Mv, en el primer semáforo de Auch. Mv se venga y riñe a Ana por repetir "hijoputa" con frecuencia.
Por supuesto, me pierdo en el camino.

Y, sin perder tiempo, Ana y Ang comienzan a darlo todo, como profesionales que son.,




Entre que hemos salido de casa, parar a comprar pan, perdernos y dar una vuelta por el pueblo, se nos hace una indeterminada hora en la que los franceses comerían y los españoles comenzarían el aperitivo. Hay mesa con paisaje gascón apetece sentarse, así que nos proponemos un aperopicnic, con promesa de parar después a comer más. Total, que no abrimos el vino, y comemos poco. Ana ya avisa: "esto como aperitivo está bien, si es comida me quedo con hambre". "Nooo, si volvermeos a parar a comer..."."Bueno...."
En fin, voy a chafar el final: no habrá más pcinic, no habrá perdón por su parte, nos recordará esta traición cada vez que surja la ocasión.



 Parcialmente reconfortados, seguimos caminos hasta Mauvezin, donde llegamos cuando el mercadillo que se ha celebrado bajo la halle ya está cerrando, lástima. Vuelta por el pueblo, y posados robados.




Otra parada en Cologne, que también tiene vieja halle, con una curiosa medida de cereales donde posamos.





Ya queda claro que no vamos a comer, para mayor indignación de Ana que nos recuerda que ya había avisado, así que nos vamos a beber algo al bar-librería de Sarrant.

Sarrant en un pequeño pueblo del s XIII, fortificado. Entramos atravesando la torre del reloj, y..

SOR PRESA!





Mv, más formal, no posa de tal forma, pero podemos robarle fotos en el bar.


Bar donde, por cierto, Ana hace la del novato: se pide una limonade confundiéndola con una limonada.


Volvemos a salir por la torre, pero antes nos metemos dentro, puesto que se visita. Y hay más oportunidades de posados fantásticos.



Y desde arriba, vista del pueblo, fotografiada por dos cámaras y tres teléfonos.



Puesto que estamos en el este, no queda otra que viajar ahora hacia el oeste. Hacia Fleurance. Se están celebrando las anuales jornadas astronómicas, y en la halle ¡hay talleres para niños, telescopios, una exposición de la historia de los robots, presentada en paleoteles y teléfonos "góndolas", o casi. Ana, como casi siempre, atrae a los niños.



Mv y Ant, formales, bajo los porches de la plaza


En estos momentos estamos en el norte, las chicas parecen en forma, vamos a estirarnos un poco hacia el oeste.
Entre campos de girasoles instagramizados



Llegamos al chateau de Monluc, donde suelen hacer visitas guiadas y degustaciones gratuitas. Ang se queda fuera, fumando y muriéndose de envidia




Mv, simplemente se encuentra fatal. Total, que acabamos degustando Ant y yo, y Ana se nos une con entusiasmo. En el castillo tendrán que fregar tres copas menos. Ang y Ana se animan a comprar unas botellitas de blanco moelleux.

Pasamos por Castera y su lago, aprovechando para que conozcan el camino pues parece que será aquí donde pasaran el jueves, y hacemos una última escala en Lavardens.





Y a casa, a cenar (de verdad), a comenzar a organizar fotos, a cientodiezarlas y crustadarlas si es menester.

Día 7

Ant nos trae curasanes para desayunar. El plan de hoy es todavía más tranquilo e indeterminado:  nada de coche, a visitar Auch. Ant se queda con la gata en casa. El día será tranquilo, pero profundo, con temas como ¿por quéno se hunde el fondo del mar con lo que pesa el mar?

Aparcamos a la sombra (esperando que dure) y entramos directamente en la Catedral, con visita al coro incluida.



Como la catedral es grande, al salir ya necesitamos satisfacer una necesidad fisiológica: a beber algo a la Cave d'Artagnan.


Seguimos nuestra visita.                               Prohibido prohibir



Y por supuesto la casa donde se supone que estuvo de visita Henri IV, el navarro






Llegamos a la escalera monumental, pero otra necesidads fisiológica de cierta urgencia nos impide llegar hasta D'Artagnan. En cambio nos volvemos al bar donde habíamos estado, para usar sus servicios



Una vez resueltas nuestras dos primeras necesidades, se impone la tercera: comer. Ante el horario y la indeterminación (queremos comer mucho o no?), ganan el no y el horario, y nos vamos a una cafetería donde nos zampamos unas miniquiches y un bocadillo. Callejeamos, entramos en alguna otra iglesia. Seguimos siendo primarias: hora del café, en una tetería pastelería, parece que hay cierto antojo de dulce.

La oficina de turismo


Y tras los paseos por la Haute Ville, a darlo todo a la Basse Ville, que Ang necesita revivir sus momentos pantén.




en el camino de Santiago (con dios, directamente)


Día 8

Hoy toca bañarse en lago. Aunque ayer Mv no parecía muy entusiasmada "de dónde vendrá el agua en un lago...a mí eso de no verse los pies...el fondo debe estar lleno de barro...." y similares entusiastas afirmaciones. Pero como es de buen conformar, se muestra dispuesta a acompañarnos.
Lago elegido: el de la Gimone, hacia el sur.

Volvemos a desayunar curasanes, preparo (bastante mal, olvidando muchas delicatessen) la supermochila de picnic, y en marcha.

Pero no vamos a ir directamente, habiendo sitios para parar como el castillo de Garané con su pequeño cementerio al lado


O el lac d'Astarac, con el Pi du Midi de Bigorre al fondo, y donde no es que se de todo, sino que se da al 110%



Último pueblo antes del lago: St Blancard, con su castillo donde escondieron cuadros del Louvre durante la  IIGM...


...y con bar donde reponer líquidos y demostrar al resto de los turistas cómo posar.


Y llegamos al lago. La zona de la playita de arena está un poco llena, pero al lado hay unas sombras estupendas con mesa de picnic y todo, y acceso al lago con escaleras hasta el agua.

¿Alguien recuerda quién dijo que no se iba a bañar?




Al final la que no se baña es la que más ganas tenía de bañarse en un lago, pero encuentra el agua demasiado fría.

Picnic en condiciones




Y siesta buenísima





Refresco en el minibar, otro baño y retomamos el camino hacia el norte. Pasamos junto a rebaños de vacas felices, y junto a plantaciones que quizá justifican tanta felicidad.


Simorre, donde todo está bien indicado (no como las carreteras de por aquí), y donde hay bar, donde Ana consigue un té con hielo y limón, aunque el té estaba tan caliente que ni un vaso lleno de hielos lo consigue enfriar. Vuelta por el pueblo, tranquilo como siempre.





Me pierdo buscando el bosque de St Elix, aunque al final encontramos el gran roble, hacen falta los cuatro para rodearlo.


Y tras pasar junto al laguito de Saramon ya nos encaminamos hacia el oeste para volver a casa. Vamos persiguiendo el ocaso, perdiendo y recuperando el último rayo de sol en cada colinita.


Y vemos varios corzos, tímidos como siempre, que primero nos miran atentos y luego deciden que no pertenecemos a una especie de fiar y se dan a la fuga




Y ya en casa, más sesión de CCC.

El jueves yo trabajo. Ellas se van al mercado de Auch, y al lago y spa de Castera, nos reunimos en casa y nos vamos todos a cenar a Auch, en la pizzeria bajo el porche de la Halle. Cerveza en Le Salon, donde llegamos a tiempo de oir las últimas dos canciones de la actuación que había hoy, y retirada temprana a casa, yo retrabajo el viernes y ellas tienen mucha carretera por delante.







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