Orquídea salvaje

Ya he comentado que con la llegada del buen tiempo los gersoises salen de sus casas en estampida.
Y que por aquí les encantas las asociaciones de todo tipo
La semana pasada una asociación botánica organizó un paseo de reconocimiento de orquídeas, y allí que nos apuntamos.

La cita era en Saint Arailles, por la tarde. Por la mañana pasamos por algún videgrenier, cómo no (creo que es la actividad principal, realmente)

Camino de Saint Arailles.

Aprovechamos para comer, nuestro tradicional picnic, y damos una vuelta por el pueblo, que ya conocíamos

Saint Arailles tiene menos de 150 habitantes, pero tiene su sala polivalente como corresponde, y allí han organizado una pequeña exposición con fotos de orquídeas, venden libros y regalan guías. Nos encontramos con Virginie, compañera del hospital, que está con su amiga y sus respectivos hijos (gana la amiga 2-1)

Y comienza el paseo. Pasamos junto a  la pila galorromana de "la Turraque"

 llegamos a la capilla de Bretous. Está rodeada por el cementerio del pueblo

y junto a ella hay una fuente milagrera capaz de curar las afecciones de los ojos. Está protegida por un caparazón metálico, supongo que para no causar males en los tobillos.

Franqueamos una verja y entramos en un terreno que es propiedad del señor alcalde, que nos ha dado permiso par pasear por sus tierras. Y no sólo eso, también ha retirado a las vacas para que no nos molesten. En cuanto nos ven pasar, ordenados en fila, nos miran curiosas, de rebaño a rebaño.

Parece ser que un terreno orientado al sur y con un rebaño no muy numeroso, y donde haya genistas es el sitio ideal para encontrar orquídeas. El temor de nuestros guías es que este año toda la vida vegetal lleva retrasao debido al fresquete que ha hecho hasta ahora. El grupo se divide en dos, cada uno se dirige a una loma.

Y bueno, no es que sea un tapiz de flores, pero sí que vemos alguna que otra.

Orquídeas becadas

Orquídea militar

Orquídeas púrpuras

Orquídea del hombre ahorcado

Orquídea insecto

 Nuestro subgrupo de buscadores

Virginie y compañía, en el otro subgrupo

Intercambiamos ladera

Orchis brun ( no la encuentro en español, luego miro más)

Y volvemos para el pueblo

Una de las guías nos señala un lavadero que hay cerca, y nos cuenta una historia relativa a un médico del pueblo que venía por aquí a recoger algo (lo siento, no me entero de qué). Nos acercamos a ver el viejo lavadero.

Y después de esta agradable jornada de caza de orquídeas salvajes, nos volvemos a casa.