sábado, 13 de octubre de 2012

Gafes del termalismo

30 de septiembre

Encontramos un bar estupendo para desayunar: zumo, cruasan, tartines y bebida caliente por módico precio Chez Manu (portugués).
Bien reconfortados, damos una vuelta por Luchon, que está absolutamente volcada en el Tour. Un montón de bares y restaurantes están decorados de este estilo:


Por no olvidar el Ayuntamiento


El día sigue siendo gris, tristón, neblinoso. Vamos, no apto para pasear (más que nada porque a la que te mueves un poco te metes en la niebla y no ves nada). Decidimos subir por el Portillon. De camino está la cascada Sidonie:


En lo alto del portillón, un grupo de ciclistas, por supuesto (no se si lo he dicho antes, pero nunca diré suficiente la cantidad de ciclistas que hay por todos estos puertos de montaña del tour). Al poco de cruzar la frontera, vistas del Valle de Arán, también entre nubes.


Resulta que es domingo, y que con poca visión comercial la farmacia de Bossost está cerrada, por lo que no puedo hacer contrabando de mis dosis preferidas. No están cerrados los establecimientos que surten de Ricard y trajes de flamenca a los franceses, pero no estamos interesados. Damos una vuelta por Bossost,


Bajamos hasta Les pra repostar, y volvemos a Luchon. Vamos a visitar la cascada de Juzet, uno de los pueblos adosados a Bagneres


Y bueno, ha llegado la hora de comer. Nos vamos de picnic al parque de Luchon. Saludamos al oso


La piscina de ayer está ahí dentro


Comemos junto al monumento a Spont, célebre pirineista que se mató en las cercanías del lago de Oô (de la generación de montañeros que subían montañas con corbata)


Durante muchos años el único medio que hubo de subir a las pistas de esquí de Superbagnères fue un tren cremallera. Un accidente con muertos en 1954 marcó el comienzo del fin del tren, que fue rematado por la puesta en servicio de la carretera. Ésta era la estación de salida.


Volvemos hacia el coche pasando otra vez junto al balaenario, la estatua de Etigny, les allées...



Y volvemos a casa.

Ant, con dolor de garganta. La causa no es ni el frío glacial en el col d'Aouet, ni los pies mojados buscando setas, ni la niebla del Hospice de France, sino de ¡las termas!

Las setas llegan liquificadas a casa. Habíamos cogido algún coprinus ya no comestible, es decir viejo, que tienen cierta tendencia a convertirse en un liquido negro. Penita.

No hay comentarios:

Publicar un comentario