Via Crucis

4 de octubre

Mapas, guías de paseos no duros, picnic, botas...al coche y al sur!

La idea inicial de esta escapada es ir al lago de Oô. Hoy no hace muy bueno, pero las perspectivas para mañana son mejores. Nos dirigimos a Bagnères de Luchon, donde hemos reservado habitación en el mismo hotelito económico y agradable de la otra vez, esta vez todavía más barata aprovechando la oferta que tienen en su web de "último minuto".

Pero bueno, tampoco es cuestión de ir de tirón, con la de sitios que hay en medio. Como Sauveterre de Comminges. Con capilla, Torre de un castillo y lo principal: Table d'Orientation, Aunque el día no está lo suficientemente claro como para disfrutarla del todo.

Damos una vuelta por el pueblo, robopicoteando frambuesas (muy ricas) y manzanas (muy ácidas). Pero unos ponys que están en un prado encuentran deliciosas las manzanas.

Siguiente parada en Encausse-les-Thermes. Como su propio nombre indica, hay balneario. Ahora está cerrado, aunque rehabilitado y parece que buscando emprendedor que lo ponga en marcha (se alquila). Fantaseamos con la idea de llegar a ser los emprendedores. Pero por otra parte, con el dinero que nos haría falta para ponerlo en marcha, viviríamos toda nuestra vida sin hacer nada...

Las aguas ya fueron reconocidas como medicinales por los romanos, que curaban aquí a malaria, y el balneario ya funcionaba en tiempos de la reina Margot (la esposa del afamado henry IV), quien vino por aquí a seguir una cura. en el s XIX lo demolieron para modernizarlo, y en los años 50 Nicolas Greschny pintó los frescos que ahora son su marca más característica.

Siguiente etapa: hacia Aspet, pero antes de llegar aparcamos en una especie de base de loisirs donde hay un gran restaurante, pistas de deporte e incluso un cine (y que está lleno de coches). Vamos por un camino que bordea un bosque y que va a terminar en la capilla de St Paul, del s XV. La primera vista de la capilla es desde arriba, puesto que el camino llega a una pequeña colina sobre la capilla.

En la colina hay uno de los viacrucis más feos del mundo: unas cruces de hormigón y un cristo coloreado.

También hay unas cómodas mesas de picnic en la sobra, con vistas a la capilla, es más de mediodía

Junto a la capilla hay una fuente. Hace tiempo atribuyeron a sus aguas grandes poderes. Venían a sumergir las herramientas para que no se oxidaran, además de creer en sus poderes curativos. En realidad las aguas son ¡Radioactivas! pero bueno, en cantidad no peligrosa para el paseante.

Volvemos entre bosques hacia el coche.

Tomamos un café en Aspet

Camino de Izaut de l'Hotel, balas de paja decoradas con ingenio

El Cagire

El Cagire de más cerca

Gatita que nos deja que la acariciemos en Arbon

Cazanous: En gascón quiere decir casas nuevas, y es que aquí se vinieron a construir los supervivientes de la peste de los alrededores. En su iglesia, la Virgen en lo alto de la torre, rodeada de campanas!

Cerca está la pedanía de Ste Anne, donde el señor de Malvezies cedió el terreno a los vecinos. Incluso se construyó un pequeño priorato, del que queda la capilla.

Bajando hacia St Pe, table d'orientation!  Vistas sobre las montañas que hay tras Luchon: el Boum, el Gran Queyrat...

En Saint Pé d'Ardet subimos a la capilla de Ste Auraille. El camino es otro horroroso viacrucis

Y la capilla también tiene una virgen en lo alto de la torre, aunque esta vez sin estruendo de campanas.

Nos cuesta un montón encontrar el acceso a la iglesia románica de St Pé. Parece estar totalmente rodeada de casas, aunque al final lo logramos, y vemos que también tiene bonitas vistas.

Repostamos en el pueblo, en un "bistrot du pays", lo que significa que es un bar de los de toda la vida, con encanto. Éste es regentado por una familia con hijos, preadolescentes pseudovampíricas incluídas. Es una cosa que nos llama siempre la atención. Ya puede ser el pueblo más remoto, siempre hay niños y adolescentes, parece que las familias no tienen miedo de vivir lejos de la ciudad. (utilizan mucho el coche, eso sí)

Camino de Luchon

Como empieza a atardecer, decicimos volver hacia Bourg d'Oeuil, por ver si los ciervos siguen de ligue, que hoy llevamos prismáticos

Y siguen. Se para algún coche para preguntarnos qué hacemos. Y se emocionan también. Compartimos los prismáticos

Paradita en Saint Paul d'Oueil para fotografiar otro homenaje al omnipresente Tour

LLegamos a Bagnères ya casi sin luz natural, lo que nos permite disfrutar de la artificial, como esta del casino

Vamos a tomar posesión de nuestra habitación. Nos acompaña una camarera húngara (todo el personal que vemos parece ser húngaro ¿?). No tenemos bañera, y voy a preguntar si sería posible tener habitación con bañera. La dueña dice que están llenas, pero que "pour nous fair plaisir", nos va a dar una suite. Y ahí caemos, en una suite con salita y balcón y vistas a las termas (y bañera).
Cenamos en la pizeria de la primera vez y Ant propone ir a beber algo al casino. A mi me da la risa, porque dadas las pintas que llevamos, creo que no van a dejar ni que nos acerquemos. Pero me apunto a intentarlo. Y resulta que el casino está muy iluminado, muy repintado, pero tiene un puntillo un tanto cutre. Está dedicado a las tragaperras (en esos momentos es a lo único  a lo que se puede jugar). La sala que tan bonita parecía desde fuera, por dentro está amueblada con mesas de formica. el comedor es majo, con chimenea, y los camareros muy simpáticos. Nos recomiendan venir a mediodía, porque la lu entrando por las vidrieras es magnífica y hay una terraza con buenas vistas de las montañas. (Pero si hace bueno nos iremos de paseo)

Volvemos al hotel dando una vueltita, viendo viejas casonas y negocios.

Baño, mi concurso favorito en la tele, cama y a dormir. ¡Qué cruz!