lunes, 1 de octubre de 2012

Entre coles, valles


22 septiembre

Ayer fue mi cumple. Para celebrarlo, me tocó trabajar por la noche. Para desquitarme, duermo toda la mañana y por la tarde...síiii, de nuevo al Piri (por si no os habéis dado cuenta, amables dos seguidores de este mi blog, estamos recorriendo de manera intensiva y sistemática el departamento de Hautes Pyrenées)

Recogemos un cochecillo de oferta de alquiler (nuestro parque móvil no tira, ains, y no nos lo reparan hasta el martes próximo), y hasta Sarrancolin, al Café de France a tomar... un café.


Conseguimos no perdernos e ir hacia St Lary por la carretera principal. Y total para encontrarnos con un embotellamento a causa de un accidente de coche. Como el coche está ruedas arriba, y allí están bomberos  y policía, decidimos dar media vuelta e ir a buscar las carreterillas por las que hemos ido las otras veces. Y está bien, porque así al cruzar Cadeac vemos una de esas capillitas que tanto me gustan.


Subimos al Col d'Azet, que separa los valles de Aure y Louron. Allí debajo del poste, la estación de esquí de Val Louron.



Desde el col sale un camino que sube por la cresta hasta una antena. Es un paseíto fácil, con buenas vistas a los dos valles., por prados con ganado paciendo apaciblemente.

Composición de fotos de las montañas desde el col hacia el valle de Louron. A la derecha se ve las pistas de esquí de Peyresourde, el gran valle que entra detrás de la montaña de primer plano de la izda es el valle de la Pez, otro de los caminos hacia España, la otra posibilidad de travesía para la huída familiar (aunque me sigue gustando más Rioumajou)


Vista hacia el sur


Vista hacia la Val d'Aure.


La antena del Tuc de l'Abatiadére


Muy cerca de aquí hay unas misteriosas acumulaciones de piedras. No se sabe si son vestigios de antiguos rediles, o cromlech...o debidas al azar, pero las vemos sólo de lejos, pues aunque están cerca, el anochecer también lo está. Nos ta miedo perder la luz, así que volvemos hacia el coche.


Hay vacas con sus terneritos, muy pequeños. Nos miran curiosos, las vacas un poco desconfiadas. Para todo tienen.



Llegamos a St Lary. Sin problemas para recoger la llave del hotel (habíamos llamado previamente, la llave te la dejan en un buzón con digicode, pero la que deja las llaves en el buzón no sabía que ya habíamos recibido las instrucciones, por lo que colgó un papel pidiendo que le llamásemos por teléfono "Mme Bruned"...así, a la vista de todo el mundo, je. (No caí en hacerle foto)

Cenamos unas crêpes y llegamos a tiempo de presenciar la actuación de un coro, "Eths Cantayres d'Esparros"   ¡Sorpresa! nos suena el cantayre de la izquierda...


A dormir.


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